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¿Cuál es su función?. A lo largo de la historia del pensamiento, nos encontramos con distintas respuestas a esta cuestión. En general, podemos decir que existen tres tipos de teorías: las que piensan que el Estado tiene una finalidad buena, las que piensan que el Estado es intrínsecamente malo y hay que eliminarlo, y las que sostienen que el Estado es neutro (no tiene finalidades buenas ni malas).
EL ESTADO ES BUENO
Aunque en ocasiones el Estado puede pervertirse, estas teorías sostienen que los errores pueden corregirse y que el Estado puede proporcionar algún beneficio a la mayoría de la sociedad. Ahora cabe preguntarse, ¿Qué clase de benificio?. También en este punto solemos encontrarnos con diversas respuestas.
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- El Estado debe asegurar la convivencia pacífica entre los seres humanos
Sin Estado los seres humanos no podrían sobrevivir, ya que acabarían matándose unos a otros. Solo un Estado fuerte puede conseguir que los individuos convivan respetando las normas y las leyes. Esta es la opinión del filósofo ingés del siglo XVII Thomas Hobbes, expresada en su obra El Leviatan. Por su propia naturaleza el ser humano viviría en un estado de guerra continua. Llevado por el egoísmo y el deseo de poseer todo para sí mismo, cualquier ser humano se convertiría en un lobo para todo otro ser humano. Sin Estado “El hombre es un lobo para el hombre”, “homo homini lupus” en latín. Esta visión claramente negativa de la naturaleza humana le llevó a justificar el poder absoluto de las monarquías existentes en su época. En su opinión, sin un Estado con poder absoluto reinaría el caos y la anarquía, y volveríamos a una situación de conflictos permanentes entre los individuos.
- El Estado debe proporcionar aquello que haga la vida del ser humano mejor
El Estado debe hacer posible la realización de la justicia. Ésta es la opinión del filósofo griego Platón, para quién la felicidad de la sociedad y de los individuos pasaba por que cada cual realizase la tarea para la que naturalmente estaba mejor dotado: los gobernantes debían tomar las decisiones políticas con sabiduría y prudencia, los guerreros defender la ciudad con valentía y fortaleza, y los artesanos y productores satisfacer las necesidades materiales de la polis viviendo con moderación y templanza. En esto precisamente consiste una sociedad justa, y esto es lo que debe garantizar el Estado.
En el siglo XVII, en su obra Ensayo sobre el gobierno civil, el filósofo británico John Locke defiende, por primera vez en la historia, el liberalismo. Según este autor, el ser humano goza naturalmente de ciertos derechos que son inalienables. De este modo, la finalidad del Estado ha de ser garantizar o salvaguardar estos derechos civiles que pertenecen a todo ser humano por naturaleza: la vida e integridad física, la libertad en todas sus manifestaciones y la propiedad o derecho a poseer lo obtenido con el esfuerzo del trabajo. Garantizar estos derechos es la función del Estado, pero cuando el Estado se pervierte y deja de cumplir con su función los ciudadanos tienen derecho a rebelarse para corregir los errores en el desempeño de ésta.
Otros filósofos que se podrían adherir a esta teoría son Aristóteles, Tomás de Aquino, Kant o Hegel.
En las sociedades democráticas actuales, el Estado se concibe de esta manera. El objetivo del mismo ha ser el bienestar común, y ha de proporcionar las condiciones necesarias para que los individuos puedan buscar su felicidad en igualdad de condiciones. Por ello, no es suficiente con salvaguardar los derechos civiles y políticos (Estado liberal), sino que, además, deben garantizarse derechos sociales, económicos y culturales que faciliten la igualdad de condiciones a todos los ciudadanos (Estado social). A esto es a lo que denominamos "Estado del bienestar".
EL ESTADO ES MALO
Para esta teoría la única finalidad del Estado es la de servir de instrumento de opresión en manos de una minoría poderosa. Con este instrumento somete y controla a la mayoría. Por consiguiente, la única solución es la destrucción o eliminación del Estado. Pensar que esa situación de opresión se puede corregir mediante el Estado, siempre en manos de los poderosos, no es mas que un engaño que interesa a la clase dominante.
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La destrucción del Estado era el objetivo que perseguían autores como el comunista Karl Marx (Alemania, XIX) y el anarquista Mijail Bakunin (Rusia, XIX)
EL ESTADO ES NEUTRO
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