La evolución según Lamarck

Hasta principios del siglo XIX, los científicos y filósofos defendían el fijismo: las especies son inmutables, no varían, permanecen con las mismas características básicas a lo largo del tiempo. Este es el caso de Carl Linneo, botánico sueco del siglo XVIII. Linneo es el inventor de una nomenclatura para clasificar las plantas y los animales. Aunque defendía la invariabilidad de las especies, es posible que lanzara la hipótesis de que las especies de un mismo género tal vez tuvieran un origen común. No obstante, hay que esperar la obra de Lamarck y, sobre todo de Darwin para que el evolucionismo, según el cual los organismos vivos han sufrido una serie de transformaciones que han dado origen a seres cada vez más complejos, sea universalmente aceptado.

Una revolución o cambio de paradigma

¿Qué implican las teorías evolucionistas? Un cambio de paradigma, un cambio radical en la forma de interpretar y mirar la realidad. Una revolución que afecta a las creencias y al sentido de la existencia. Implica un cambio tan profundo que todavía hoy hay tendencias que cuestionan el hecho evolutivo y las teorías sobre el mismo.



Lamarck, naturalista francés del siglo XIX, es el primer científico que propuso una teoría casi completa sobre la evolución en su obra fundamental "filosofía zoológica" (1809). En opinión de Lamarck, todas las especies, exceptuando al hombre y a los microbios, son fruto de la evolución de especies anteriores menos perfectas que ya han desaparecido. El ser humano sigue siendo, no obstante, fruto de la creación divina y los microbios de la generación espontánea.



La teoría de la evolución de Lamarck se sustenta en dos tesis o leyes fundamentales:

- La función hace al órgano. Si un órgano se usa con mucha frecuencia tiende a desarrollarse, se hipertrofia; y, por el contrario, si cae en desuso y deja de utilizarse se reduce y termina desapareciendo, se atrofia. Los topos que viven debajo de la tierra no utilizan el sentido de la vista y, en consecuencia, casi lo han perdido. Las jirafas han alargado sus cuellos y patas delanteras para alcanzar las hojas más altas de los árboles. Los patos que viven en lugares con mucha agua han desarrollado en las patas unas membranas interdigitales que les permiten nadar con más facilidad.

- La transmisión de los caracteres adquiridos. La herencia. Algunos de los caracteres que determinados individuos adquieren a lo largo de su vida en su relación con el entorno se transmiten por herencia a sus descendientes. La herencia es fundamental en la evolución. No basta con que se produzcan variaciones en los individuos para que se establezcan modificaciones en la especie. Es necesario que estas variaciones individuales sean heredadas por la descendencia.

Explicación finalista o teleológica.

El tipo de explicación que nos ofrece Lamarck es de carácter finalista. Los patos desarrollan las membranas interdigitales para nadar mejor y las jirafas alargan sus cuellos para poder alcanzar las hojas más altas. La Naturaleza es resultado de un proceso evolutivo que persigue una finalidad. Todos los fenómenos se explican por su tendencia hacia un fin determinado. Todo posee una finalidad. El proceso evolutivo tiende a la aparición especies mejor dotadas, más desarrolladas, más perfectas. La finalidad de la evolución es la mejor adaptación al medio. Y es Dios el que dirige este proceso.


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